La decisión de vacunarse es un acto de humanismo, de autocuidado, de responsabilidad colectiva y de coherencia de todos quienes gozamos del privilegio de formar parte de la academia y de estar inmersos en cualquier forma de actividad científica.
El grupo de rectores del G8 Universidades recuerda que el cuidado de la vida y la salud es principio orientador de las acciones de nuestras instituciones.
Lunes, 13 de septiembre de 2021
Desde marzo de 2020, cuando se declaró en el país la emergencia sanitaria por la pandemia de la Covid-19, las instituciones de educación superior del G8 hemos reivindicado nuestro compromiso social, no solo para continuar nuestras tareas misionales —entre estas, la medular formación de nuevos profesionales—, sino también para contribuirle a la región y al país con el conocimiento y las soluciones que gestamos, día a día, con estricto rigor académico, humanista y científico.
Tras una época desafiante en la que varios de nuestros campus, aulas y demás espacios debieron permanecer vacíos, hoy nuestras universidades, o bien han retomado la presencialidad, o bien avanzan en la formulación e implementación de estrategias para que estudiantes, profesores y empleados vuelvan a habitar aquellos espacios dispuestos para sus procesos de enseñanza-aprendizaje, para su bienestar físico y mental y para el relacionamiento con el otro y la apropiación de la diversidad cultural, todos ellos componentes claves de ese cultivo de lo humano que inspira la tarea educadora. El anhelado regreso a los espacios educativos se fundamenta en el principio del cuidado de la vida y del bienestar, tanto de nuestras poblaciones universitarias como de sus familias y grupos cercanos.
No obstante, en los tiempos actuales, el disfrute del encuentro requiere de la enorme responsabilidad de los actores de la vida universitaria. La ciencia y las autoridades mundiales de salud han demostrado y ratificado la eficacia, seguridad y conveniencia tanto individual como colectiva de las vacunas que se aplican en los programas estatales de inmunización de una gran cantidad de países, entre ellos Colombia. Se ha logrado identificar, sin equívocos, que las vacunas reducen la probabilidad de enfermar, de agravarse y de morir a causa de la Covid-19 y, así mismo, disminuyen el riesgo de contagiar a otros. La decisión de vacunarse es, por tanto, un acto de humanismo, de autocuidado, de responsabilidad colectiva y de coherencia de todos quienes gozamos del privilegio de formar parte de la academia y de estar inmersos en cualquier forma de actividad científica.
La invitación, respetuosa, es que cada uno de los miembros de nuestras comunidades universitarias, entre ellos los estudiantes, puedan acceder al esquema de vacunación que ofrece el Gobierno, a través de los diferentes puntos habilitados y, así, proteger la vida de cada uno de nosotros y de los demás.
Los rectores del G8 manifestamos la alegría y esperanza que nos genera el retorno gradual de la presencialidad. La solidaridad, la creatividad, la responsabilidad, la resiliencia, la generosidad, la gratitud, la humanidad y el cuidado, constituyen el repertorio de valores que siempre nos han unido y que muy especialmente ahora nos acompañan en las acciones que, en vista de este gran aprendizaje, debemos plantearnos para seguir ofreciéndoles a los antioqueños y colombianos una educación superior que aliente y viabilice el cuidado del planeta y el progreso humano, social, científico y tecnológico que requiere nuestra sociedad.
Pedro Juan González Carvajal
Rector, Unilasallista
Jorge Julián Osorio Gómez
Rector, Universidad CES
Carlos Felipe Londoño Álvarez
Rector, Universidad EIA
Juan Camilo Restrepo Gutiérrez
Vicerrector, Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín
John Jairo Arboleda Céspedes
Rector, Universidad de Antioquia
Claudia Restrepo Montoya
Rectora, Universidad EAFIT
Federico Restrepo Posada
Rector, Universidad de Medellín
Pbro. Julio Jairo Ceballos Sepúlveda
Rector, Universidad Pontificia Bolivariana
