Quienes tienen una mejor gestión de las emociones podrían tener un mejor resultado en el aprendizaje de las matemáticas. Así lo reveló una investigación liderada por la Universidad de Medellín, la cual analizó el comportamiento de estudiantes mientras resolvían un problema matemático.
Para el análisis se tomaron 183 muestras (por medio de videos) de estudiantes de Ingeniería de la Institución mientras resolvían objetos matemáticos de ecuaciones diferenciales y cálculo de varias variables, todo esto analizado por medio del software face reader, entre otras variables.
“Básicamente analizamos las emociones que han sido reconocidas como las emociones fundamentales y genéticas del ser humano. La primera, la felicidad, es la única emoción positiva; luego hablamos de las negativas como la ira, el miedo, el asco, el desprecio, y también asociamos el estado de sorpresa y la emoción de la neutralidad”, explicó Juan David Giraldo Rojas, profesor investigador del programa de Psicología de la UdeMedellín.
Tras los análisis, los investigadores hallaron unas emociones que prevalecían más que otras, como la ira, el desprecio, el miedo y la sorpresa. “Eran emociones que puntuaban estadísticamente muy alto y que nos indicaba que el cuerpo del estudiante y su cognición se iban adaptando al tipo de problema y objeto matemático que estaban trabajando”, agregó Giraldo Rojas.
El procesamiento estadístico a los datos permitió a los investigadores observar que los estudiantes expresan emociones positivas o negativas durante todo el aprendizaje del objeto matemático, pero, además, determinó que quienes tienen una mejor gestión de las emociones son los que podrían tener un mejor resultado en el aprendizaje de las matemáticas.
“También pudimos apreciar que los estudiantes que tenían una menor capacidad de gestión emocional van a tener un peor resultado en el aprendizaje de las matemáticas”, agregó.
Frente a esto, Luis Albeiro Zabala, profesor de la Facultad de Ciencias Básicas de la UdeMedellín, explicó que son resultados importantes para los docentes no solo universitarios sino también de la educación básica y media en los colegios.
“Para los docentes es fundamental saber de inteligencia emocional y saber de gestión de emociones para entender qué estudiante necesitaría una mayor atención durante el aprendizaje de los problemas matemáticos”, agregó.
El profesor Zabala también explicó además que la investigación continúa a nivel doctoral en la Universidad de Medellín, por lo que se espera ahondar en el tema de las emociones relacionadas con el aprendizaje de las matemáticas: “Tenemos alumnos que están estudiando el Doctorado de Modelación y Computación Científica y tenemos 3 ejes de investigación aquí: la matemática computacional (que analiza los datos, la neurociencia y la didáctica de la matemática”.