Con actividades lúdicas y de conversación, estudiantes de Psicología de la Universidad de Medellín adelantan un programa de acompañamiento psicológico en colegios del Valle de Aburrá. Esta vez su trabajo se concentra en la Institución Educativa Esperanza, Amor y Paz, del barrio Zamora, en Bello.
“Lo que hacemos es ejercer el rol de psicólogo educativo y social para lograr hacer una intervención y hacer como un aporte a esta institución a través de todos los conocimientos que hemos adquirido durante la carrera y que claramente es una experiencia significativa para nosotros”, destacó Camila Tabares, estudiante de octavo semestre de este programa adscrito a la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
En las dos sedes de este colegio, ubicadas por las empinadas calles de este barrio popular bellanita, las y los universitarios avanzan con sus talleres para que los estudiantes de bachillerato y primaria se conecten con sus emociones, pues es algo importante para que tengan éxito académico y en sus ámbitos personales.
“Las herramientas les sirven a los niños para que tengan un crecimiento cognitivo y se ha demostrado que los niños, cuando tienen conocimiento emocional y manejo de las emociones propias, tienen más capacidad para hacer actividades intelectuales y mejora el rendimiento a lo largo del tiempo”, afirmó Miguel Ángel Villa, también estudiante de octavo semestre de Psicología.
Al reconocer las emociones de los compañeros, agregó el futuro psicólogo, despiertan sensibilidad y empatía. “Así terminan uniéndose más como grupo y eso nos ayuda a mejorar los ambientes que ellos están trabajando tanto en el colegio como en sus casas”, agregó.
Naidely Andrea Vásquez, estudiante de décimo grado del colegio Esperanza, Amor y Paz, ya ha participado de los talleres con la Universidad de Medellín. “Me parecen muy chéveres estas actividades, compartimos, ellos aprenden y nosotros también. Creo que los jóvenes unas veces sí y otras no comparten sus emociones porque a veces somos muy groseros con personas que no tienen nada que ver con lo que nos está pasando en el momento y no sabemos expresar lo que sentimos”.
Por ahora, avanza el acompañamiento en este colegio y continúan las actividades lúdicas que propenden por mejorar las emociones de los bachilleres en Zamora. Se espera que esto brinde frutos con el mejoramiento de la calidad de vida de niños y adolescentes.