17 de noviembre de 2022
En Medellín y en el área metropolitana hay pocas mujeres raperas que además tienen poco reconocimiento y están en busca de oportunidades. Así lo detalla la investigación conjunta entre la Universidad de Medellín y la Universidad Autónoma Latinoamericana (Unaula).
Se trata del estudio ‘Cartografía social y virtual de mujeres en el rap. Caso Medellín y área metropolitana’, en el que ya hay una serie de podcast, además se hará un libro de relatos y un mapa interactivo con las historias de las raperas participantes en esta investigación.
“Son muy pocas. Ellas en su vida están muy partidas, es decir, son mujeres que pueden tener familia, hijos, además abrazan el rap como una posibilidad estética, artística, pero también de mucha introspección. Hay diversas mujeres que escriben para ellas, tienen su lirica en la cabeza, la van elaborando, tienen su cuaderno, el afán no es grabar un disco ni una canción sino poderse expresar y reconocerse a sí mismas”, detalla Ángela Garcés, profesora asociada de la Facultad de Comunicación de la UdeMedellín y una de las investigadoras en este proyecto.
Una de las raperas participantes en esta investigación fue Tania, del grupo Misstikas, quien contó esos obstáculos que tienen las mujeres en este género musical: “Acá en la ciudad hay demasiadas oportunidades para grabar, lamentablemente se ve mucha la división; sin embargo, pienso que a comparación de un pueblo sí hay mucho apoyo en muchos sentidos y realmente en un pueblo es muy difícil el acceso para muchas cosas, para el reconocimiento del artista”.
Tania ya lleva 10 años en la escena musical del rap y hoy está cumpliendo su sueño de cantar tras arrancar con esa meta en un grupo de teatro de su natal municipio de Sonsón, en el Oriente antioqueño.
“A la edad de 14-15 años, más o menos, vine a Medellín y en el barrio Aranjuez había un colectivo de mujeres y un productor. A partir de ahí se abrieron las puertas para empezar a grabar. Grabé la primera canción allá y se empezó a abrir todo ese mundo”, agrega.
Dentro del trabajo de las cartografías y las líneas de tiempo que hicieron los investigadores de ambas universidades también se evidenciaron problemáticas de oportunidades. Así lo explica Leonardo Jiménez García, director del Pomote (Centro de Estudios con Población, Movilizaciones y Territorio de Unaula).
“En su condición de mujeres, y al enfrentarse al reto de la producción musical y la producción artística, sí es real que tienen mayores obstáculos que los hombres raperos, eso es un tema que ellas evidencian mucho, sobre todo porque hay otras condiciones en la transacción con un mundo de productores, que en su gran mayoría son hombres”, detalla García.
De acuerdo con la profesora Garcés, también hay mucha rivalidad musical entre las mujeres raperas. “No es solo competencia sino rivalidad y eso se siente en el estudio y cuando se suben a la tarima, que cuesta mucho también en que lo logren”, agrega. De esta investigación ya hay una serie de podcast titulada ‘Memorias sonoras: relatos de mujeres en el rap’, en la que estas artistas participantes hablan de su visa artística y personal relacionada con el género musical que las identifica. Se trata de seis capítulos que están disponibles aquí
El estudio también va a tener un micrositio con todos los resultados de la investigación. Allí, además de los podcast, también habrá un mapa interactivo y un libro de relatos con las historias de las raperas participantes. “En el mapeo, la gente va a poder navegar por la historia de cada de las raperas y por lo menos entender en dónde están situadas, ponerlas en el lugar en donde más tienen influencia, cuáles
