01de diciembre de 2022
En cuatro países iberoamericanos se está adelantando, de manera simultánea, un estudio para determinar los factores de riesgo relacionados con los comportamientos suicidas en los estudiantes universitarios entre los 16 y los 25 años.
César Núñez, profesor del programa de Psicología y líder del Grupo de Investigación de Psicología y Procesos Clínico-Sociales de la Universidad de Medellín, dijo que “hay varias preocupaciones. Las personas vienen haciendo actos de suicidio en alta medida entre los 20 y los 30 años. Ahí, obviamente, está la población universitaria. Lo segundo, es que hay unos asuntos que son de contexto, por ejemplo, situacionales como el aspecto laboral, de las oportunidades, de orden personal relacionado con la salud mental y lo afectivo”.
El estudio avanza con jóvenes de la Universidad de Medellín y Universidad Católica de Colombia (en Colombia); en la Universidad Autónoma de Baja California y la Universidad de Guadalajara (en México); también en la Universidad de Playa Ancha (en Chile) y en la Universidad de Granada (en España).
¿Qué puede llevar a un universitario a pensar en el suicidio? Hay factores, según el investigador: las de contexto y las individuales. Las primeras tienen que ver con la presión social, los aspectos laborales, de exigencia, la dinámica y estructura familiar. “Los aspectos que son individuales están relacionados con el carácter, la impulsividad, el estilo de afrontamientos, las habilidades y competencias para resolver algunas condiciones en la vida”, explicó.
Para el docente Núñez, el tema no es un asunto menor: “Decir que, en la actualidad en el mundo, 800 mil personas al año comentan acto de suicidio es una cifra absolutamente desbordada y la información actual que se tiene es que, por ejemplo, departamentos como Caldas y Antioquia, en Colombia, tienen tasas cada vez más elevadas de suicidio y una parte importante está la gente joven”.
Los investigadores en esas universidades están indagando varios aspectos, entre ellos la impulsividad y la aparición del riesgo suicida.
“También hay otros aspectos que nos han interesado y que nos conllevan a perfeccionar este modelo con muestras internacionales como por ejemplo la relación con la inteligencia emocional, el afrontamiento y concretamente con aspectos del ciclo vital, lo mismo que aspectos clínicos directos como por ejemplo la depresión que es un componente central”, explicó.
El profesor también alertó que hay que tener en cuenta las consecuencias que dejó la postpandemia por el covid-19.
“Nuestro interés no es solamente conocer el fenómeno sino también poder generar algunas estrategias a partir de los cuales se pueda intervenir de alguna manera o dejar los elementos para que algunas instituciones tomen las decisiones respecto al enfrentamiento de esta situación, que es un problema de salud pública no solo colombiana sino a nivel mundial”, agregó el investigador de la UdeMedellín.
Los resultados se esperan para el primer semestre de 2023.
