27 de enero de 2023
Debido al aumento de casos de feminicidio en Medellín, Antioquia y el país, es necesario que la ciudadanía empiece a identificar varias señales para evitar este tipo de asesinatos, pero también es importante que las distintas entidades del Estado mejoren sus mecanismos de atención. Así lo resaltó Jorge Iván Avendaño Mesa, jefe del programa de Investigación Criminal de la Universidad de Medellín.
“Hay varios factores a tener en cuenta. Incluye el tema del alcohol, el consumo de sustancias psicotrópicas, psicoactivas, depresores del sistema nervioso central. También lo que se puede ir desprendiendo de una riña, una discusión, entre pareja o entre una relación, termina transformándose en el uso de la fuerza y en estos casos se ve lamentablemente inmersa la mujer”, explicó el docente investigador.
De acuerdo con el docente, las mujeres y su entorno familiar y comunitario pueden identificar una serie de señales que podrían desencadenar en un hecho fatal. En ellas las constantes riñas, los comportamientos violentos frecuentes y las lesiones personales.
“La sociedad debe adoptar un mecanismo de protección efectiva, de alertas efectivas a las autoridades, a la Policía Nacional, a la Fiscalía General de la Nación, a las inspecciones de policía, a la Personería. Se deben enviar esas alertas de esos signos de violencia, en favor de la víctima para que los sistemas se activen y la protejan”, agregó.
De otro lado, dijo que es necesario usar las redes sociales para denunciar y destacó el papel de los medios de comunicación para sensibilizar y dejar mensajes contundentes que rechacen este tipo de actos que “que socavan los valores esenciales de nuestra sociedad”.
El tema no solo preocupa a la sociedad sino también a la academia, debido a que hasta el 22 de enero de 2023 iban 5 feminicidios en Antioquia; de otro lado, según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, ocurrieron 42 feminicidios tan solo en el Valle de Aburrá entre enero y diciembre del 2022.
“La preocupación de la ciudadanía general es bien fundada, el victimario emplea una diversidad de métodos, pero los más destacados son los delitos de sangre, concretamente el arma blanca y el arma de fuego, pero también se ha detectado en ese tipo de circunstancias las armas contundentes, golpes con rocas o martillos”, explicó.
El profesor agregó que el Estado, con su política criminal, debe fortalecer a las unidades de investigación, prevención y atención.
“Es muy importante la respuesta activa del Estado, vemos una Fiscalía que necesita investigadores, una rama judicial que necesita jueces, unas entidades que requieren más servidores al servicio de la comunidad”, concluyó.
Un análisis al feminicidio
La Universidad de Medellín también adelantó una investigación al respecto titulada ‘Análisis comparativo del continuum de violencias en contra de las mujeres como discriminación, desde la función de prevención y atención de los sistemas de información sobre violencias en el Estado de México, México y Antioquia, Colombia’.
Entre los resultados se encontró que muchos de los homicidios en contra de las mujeres son perpetrados por actores ligados a la delincuencia común y también la delincuencia organizada, pero de esto, según enfatizó, poco se habla y hay pocas acciones puntuales.
“Realmente en nuestros países, esa situación que rodea a todo nuestro contexto, afecta a las mujeres porque no hay respuesta de política pública y en Latinoamérica lo único que se ha hecho son las leyes de acoso. Incluso en Colombia tenemos un proyecto de ley que todavía está en proceso, pero las leyes de acoso no responden a esos actores como son el crimen organizado”, explicó Paula Andrea Valencia, docente de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Medellín.
