Investigadores de la UdeMedellín y de la Universidad de San Buenaventura retomaron, recientemente, el proyecto del dron que mide la calidad del aire y que fue patentado a nivel nacional en 2017, por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio.
Se trata del ‘Equipo móvil para la georreferenciación y monitoreo de la calidad del aire y de los gases de efecto invernadero’. Los creadores están tocando las puertas de las autoridades ambientales y empresas para que se implemente esta innovación.
“Esa patente se ha reactivado debido a la necesidad que se vive en las ciudades de Colombia, especialmente acá en el área metropolitana y en la ciudad de Medellín. Esperamos contar con aliados estratégicos para validar las mediciones”, explicó Gabriel Jaime Maya, docente de la Facultad de Ingenierías de la Universidad de Medellín y uno de los autores de la patente.
Este novedoso dron incluye diferentes sensores para medir material particulado (PM2.5 y PM10), también ozono, metano, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de azufre, temperatura, presión atmosférica, altitud barométrica y humedad relativa, entre otros.
“Con este dron vamos a hacer un modelo de validación de estos contaminantes en el aire. Eso sí, haciendo la aclaración que, a diferente altura, estos contaminantes pueden sufrir variaciones por la temperatura, la humedad, la velocidad, la presión con respecto a las estaciones fijas de monitoreo. Entonces estamos tratando de construir ese modelo con los docentes de la Universidad de San Buenaventura y los docentes de la Facultad de Ingenierías de la Universidad de Medellín”, detalló Maya.
Otra de las grandes ventajas de este dron es que tiene costos mucho más bajos con respecto a las estaciones de medición de calidad del aire fijas que hay en la actualidad y que tienen presiones desde los 300 hasta los mil millones de pesos.
“Este aparato, solo con los sensores, sin contar el dron cuesta entre 10 y 15 millones de pesos. El otro tema es el del mantenimiento de las estaciones fijas que son bastantes onerosos, digámoslo por la calidad de los instrumentos y por la necesidad de personal técnico muy calificado”, agregó.
Para el profesor, es imperativo que el país implemente este tipo de innovaciones que además serían muy útiles para los municipios que no tienen la capacidad económica para adquirir estaciones de medición de calidad del aire fijas.
“La situación a nivel nacional viene, la calidad del aire viene aumentando con deterioro, cada municipio tiene su particularidad, un municipio puede ser afectado por la contaminación de otro, la contaminación no tiene fronteras y es importante conocerla para poder mirar los posibles efectos que puede repercutir en la salud y en el ambiente de esos sitios en particular”, concluyó el docente investigador de la Universidad de Medellín.
