La deforestación en el departamento del Chocó sigue en aumento y 2024 marcó un registro preocupante, según un estudio liderado por Jesús Adolfo Anaya Acevedo, docente de la Facultad de Ingenierías de la Universidad de Medellín.
Uno de los casos más alarmantes sucede en el río Quito que es uno de los afluentes del río Atrato, el cual fue objeto de análisis de esta investigación, en la que se utilizaron técnicas de teledetección por medio de radares.
“Sabemos que es una zona fuertemente afectada por la minería y también sabemos que la deforestación continuó desde 2016, tal vez incrementándose en 2024, lo cual genera una alerta sobre los ecosistemas del río Quito”, explicó el docente.
De acuerdo con los resultados, ya se han deforestado alrededor de 16 mil hectáreas en el área de influencia de este río, equivalente al 10.6% de la cuenca.
“Esto es un proceso muy largo décadas porque, en términos naturales, debería estar cubierta por bosques húmedos tropicales o fluviales tropicales y lo que encontramos ahora es que hay otros usos del suelo y que hay una clara degradación, sobre todo al margen izquierdo y derecho del río Quito y sus afluentes”, detalló Anaya.
Según el docente investigador, la minería aluvial ha sido el principal causante de la deforestación en esta zona, tal y como ya lo había denunciado la ONU pero la situación persiste, lo que ha conllevado a consecuencias tanto para la fauna como para los habitantes de ese departamento.
“Algo que es evidente es la cantidad de sedimentos que arrastra ahora el río Quito y que es un afluente del río Atrato y eso se puede ver claramente desde el mismo Quibdó donde el tono, los colores son completamente distintos y allí puede haber una contaminación por todas las actividades que involucran la minería de oro”, explicó.
Según Anaya, la deforestación es una problemática generalizada en todo el departamento chocoano que ya se ha denunciado, pero aún no encuentra solución efectiva.
“Infortunadamente esto está relacionado con actividades ilícitas, ilegales y eso sale del resorte del Sistema Nacional Ambiental (SINA) porque esto se sale del diario quehacer de un funcionario que está preocupado por los recursos naturales y por el ambiente, aunque tendría que ingerir la fuerza pública u otras formas de actuación”, concluyó el docente de la UdeMedellín.
El análisis
Los datos para esta investigación fueron generados por la misión Sentinel 1 de Copernicus, que pertenece a la Agencia Espacial Europea (ESA). Este consiste en dos satélites que toman imágenes de la Tierra por radar.